Alice Stewart — Los peligros de la radiación y el mito de Casandra.
Seguramente no hay peor maldición que la de tener el don de la clarividencia y no poder hacer nada para evitar los males futuros. Esto es lo que le sucedió a Casandra en uno de los más interesantes pasajes relatados en los “Mitos Griegos”.
Casandra era una joven de Troya que rezaba día y noche a Apolo para que le concediera un don especial: la clarividencia. Éste escuchó sus súplicas y decidió concedérselo a cambio de que le entregara su amor. Una vez hecho el trato, Casandra renegó de su amor y Apolo la maldijo condenándola a adivinar el futuro y no poder evitar los acontecimientos ya que nadie creería jamás sus predicciones. Durante la Guerra de Troya, Casandra advirtió lo que iba a suceder y trató de impedir que introdujeran en la ciudad el famoso caballo de madera que ocultaba al ejército griego en su interior, pero sus esfuerzos fueron en vano. Nadie le creyó.
Alice Stewart fue una estudiante brillante que comenzó su carrera como médica epidemióloga y se perfeccionó hasta convertirse en una investigadora talentosa, dura y decidida de la historia de la ciencia durante la época nuclear.
Sus padres eran ambos pediatras del Hospital de Niños de Sheffield, trabajaban en la comunidad y estaban involucrados en las luchas políticas para mejorar el sistema de salud infantil. Alice pasó de la escuela al Girton College, en Cambridge, para ser una de las cuatro mujeres en estudiar Medicina en un curso de 300 alumnos varones. Como en Sheffield no aceptaban mujeres residentes en el hospital, debió mudarse a Londres para su formación clínica donde brilló y reveló poseer dotes excepcionales para el diagnóstico de enfermedades raras.
Durante la Segunda Guerra Mundial investigó los efectos de la exposición al TNT en los trabajadores de las fábricas de municiones, los efectos del tetracloruro de carbono y la misteriosa prevalencia de la tuberculosis entre los trabajadores de la industria del calzado. Ya consagrada como una gran epidemióloga y médica social, bajo la tutela del prestigioso Dr. John Ryle (creador del primer Departamento de Medicina Social), comenzó su participación en las encuestas de salud infantil de Oxford, donde se recopilaba información sobre cientos de miles de niños en Gran Bretaña.
Finalizada la guerra sus trabajos se centraron en la leucemia, una enfermedad que afectaba principalmente a los niños de entre 2 y 4 años. La incidencia de leucemias infantiles estaba aumentando en Gran Bretaña en ese momento y, en 1955, se sugirió que podría haber una causa ambiental implicada. La aguda intuición de Alice Stewart y su enorme experiencia le indicaban que debía haber otra causa, no ambiental, detrás de este incremento de casos. Así fue como con su tenacidad y a través del análisis de la información obtenida en las encuestas de Oxford, Stewart encontró y demostró con datos una clara conexión entre la leucemia antes de los 10 años y la exposición de la madre a los rayos X durante el embarazo temprano (Stewart, A. et al., 1957).
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LAS RADIACIONES. Las personas están expuestas a fuentes naturales de radiación ionizante, como el suelo, el agua o la vegetación, así como a fuentes artificiales, tales como los rayos X y algunos dispositivos médicos. La radiación ionizante es un tipo de energía liberada por los átomos en forma de ondas electromagnéticas o partículas. Tienen muchas aplicaciones beneficiosas en la medicina, la industria, la agricultura y la investigación. A medida que aumenta el uso de las radiaciones ionizantes también lo hacen los posibles peligros para la salud si no se utilizan o contienen adecuadamente. Cuando las dosis de radiación superan determinados niveles pueden tener efectos agudos en la salud, tales como quemaduras cutáneas o síndrome de irradiación aguda. Las dosis bajas de radiación ionizante pueden aumentar el riesgo de efectos a largo plazo, tales como el cáncer. (World Health Organization, 2016)
LA LEUCEMIA. La leucemia es el cáncer de los tejidos que forman la sangre en el organismo, incluso la médula ósea y el sistema linfático. Existen muchos tipos de leucemia. Algunas formas de leucemia son más frecuentes en niños. Otras tienen lugar, principalmente, en adultos. La leucemia, por lo general, involucra a los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos son poderosos combatientes de infecciones; por lo general, crecen y se dividen de manera organizada, a medida que el cuerpo los necesita. Pero en las personas que tienen leucemia, la médula ósea produce una cantidad excesiva de glóbulos blancos anormales que no funcionan correctamente. (Mayo Clinic)
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Los resultados de su estudio revelaron que los niños fallecidos de leucemia y otras formas de cáncer habían sido radiografiados dos veces más que aquellos de la misma edad, sexo y región que estaban vivos. Una simple radiografía de diagnóstico, que entonces se consideraba segura, podría duplicar el riesgo de muerte por cáncer en la primera infancia.
Por supuesto sus hallazgos fueron inicialmente considerados como erróneos y fuertemente resistidos por médicos, físicos, radiólogos, la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) y los poderosos lobbies nucleares. Alice Stewart se había convertido en una moderna Casandra de la década del 50, defendiendo sus investigaciones y enfrentándose a las estructuras de poder que hacían oídos sordos. Más temprano que tarde se convirtió en una voz disidente dentro de su profesión, le recortaron los fondos para sus investigaciones, se ganó la duradera enemistad de una especialidad médica emergente (la radiología) y junto con un puñado de colaboradores (estadísticos y físicos) debió seguir trabajando en las sombras. Aunque cueste creerlo, su voz continuó siendo ignorada y se hicieron radiografías de rutina a mujeres embarazadas hasta entrada la década de 1970.
La encuesta de Oxford fue la punta del iceberg. Los alcances de estos estudios iban mucho más allá e implicaban además que la radiación de bajo nivel impuesta a los trabajadores nucleares y al público, por la lluvia radiactiva y la eliminación de desechos nucleares, podría tener efectos mucho más graves de lo que se había admitido oficialmente. En Hanford (EE.UU.), Stewart y su equipo pusieron la lupa en la salud de los trabajadores del complejo de armas que produjo plutonio para el Proyecto Manhattan. La “encuesta de Hanford” fue una prueba de los estándares establecidos por la ICRP que se venían utilizando en la industria. Diseñado para ser un estudio paralelo al de los sobrevivientes de las bombas atómicas japonesas, reveló aproximadamente 10 veces la incidencia de cáncer predicha por este.
Gracias a su trabajo, el cálculo oficial de las dosis de radiación de los sobrevivientes de la bomba japonesa se corrigió y la ICRP redujo en dos tercios los niveles permitidos de radiación para el público. La nueva evidencia del daño molecular altamente localizado producido por la radiación en el material genético también reforzó sus hallazgos de alta sensibilidad durante el desarrollo fetal y de efectos de segunda generación.
Hasta su muerte en 2002, Alice Stewart publicó numerosos artículos en prestigiosas revistas de investigación, viajó por el mundo brindando conferencias sobre los peligros de la radiación nuclear y fue galardonada en 1986 con el “Premio al Sustento Bien Ganado” o “Premio Nobel Alternativo” otorgado por el parlamento sueco. En un momento de hostilidad hacia las mujeres profesionales, supo formar una familia y tener una carrera brillante a nivel internacional.
En 1949 Gastón Bachelard, filósofo francés, postuló la teoría del Complejo de Casandra en la cual aspectos típicamente femeninos, como la intuición y la imaginación, son sistemáticamente desoídos por la cultura. Cualquier coincidencia con la realidad, no es pura coincidencia.
“En los viejos tiempos, mataban al mensajero que traía las malas noticias… una Casandra nunca es popular en su tiempo.” Alice Stewart
(cita aparecida en el libro de Gayle Greene, “The Woman Who Knew Too Much”, University of Michigan Press — 1999).
NOTAS
Para la realización de este artículo se consultó el excelente artículo/obituario “Alice Stewart — Pioneering woman scientist whose research into the dangers of x-rays and nuclear radiation shook the establishment” de Anthony Tucker, aparecido en The Guardian el 28 de junio de 2002. https://www.theguardian.com/news/2002/jun/28/guardianobituaries.nuclear
Para aquellos interesados en profundizar en la vida y el legado de Alice Stewart recomiendo la biografía escrita por Gayle Green “The Woman Who Knew Too Much: Alice Stewart and the Secrets of Radiation” (1999) University of Michigan Press
ISBN-10 : 0472087835 ISBN-13 : 978–0472087839
REFERENCIAS
Stewart, A., Webb, J. W., Giles, B. D., & Hewitt, D. (1957). X RAYS AND LEUKÆMIA. The Lancet, 269(6967), 528. doi:10.1016/s0140–6736(57)90694–3
Radiaciones ionizantes, World Health Organization (29 April 2016). Recuperado de https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/ionizing-radiation-health-effects-and-protective-measures
Leucemia. Mayo Clinic. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/leukemia/symptoms-causes/syc-20374373